Entradas

Mostrando entradas de julio, 2017

Por los amores que no se pueden borrar

Imagen
Parece que fue ayer, cariño, cuando te vi por primera vez corriendo por aquél patio. Recuerdo ese vestidito verde de volantes que llevabas y tus dos coletitas rubias en el pelo. Yo me acerqué a ti y te pregunté si podía jugar contigo. Tú me miraste, sin responder. Sólo levantaste los hombros, como diciendo "no sé", y seguiste jugando. Nunca te lo dije, pero desde esa primera vez que tus ojos verdes miraron fijamente a los míos, me enamoré de ti. No había día que no me escapara en el recreo para ir a ver cómo jugabas con tus amigas. Yo te observaba desde lejos. Te veía saltar a la comba, dibujar una rayuela en el suelo y saltar, saltar y saltar. Siempre te recuerdo saltando con una sonrisa inmensa en la cara. Me pasaba los minutos embobado mirándote. Para mí, tú eras mi recreo. Aún recuerdo aquella mañana cuando por fin me decidí a preguntarte si querías salir conmigo. Me temblaba todo. La noche anterior apenas pude dormir por los nervios y recreaba una y otra vez