La puta distancia
Son las cuatro de la mañana y no puedo dormir. Mi mente está demasiado ocupada en ti como para querer dormirse. Es por eso que he decidido abrir el portátil y dejar que mi corazón hable a través de mis dedos. ¿Sabes? Odio la distancia. La odio. No puedo con ella. La odiaré por siempre. Por entrometerse entre tú y yo. Por querer ser la protagonista de esta relación. Por aparecer una y otra vez en nuestro día a día. Pero hay una mucho mayor y que odio todavía más, y es esta distancia que existe hoy entre tu corazón y el mío. Esa distancia. Esa puta distancia que no se mide en kilómetros y que hace que me desgarre por dentro. Yo creo en ti. Creo en mí. Creo en los dos. Sé que yo también te duelo y no soporto pensar en todas las lágrimas que he podido provocarte. Por mis miedos, por mi inseguridad. Me duelen ya las manos de golpear esta mesa y en las paredes de mi habitación aún retumban los 'No puedo más' que en la inmensidad de años luz que nos separa, esas voces apenas