Tan sólo Literatura


Hay una frase de Henry Miller que dice: "Si quieres olvidar a una mujer, conviértela en Literatura". Y aquí me encuentro, agarrando papel y boli, convirtiéndote en letras al igual que aquella primera noche. Donde todo comenzó. Porque cómo no poder escribirte a ti.

¿Sabes? Siento que nuestra historia fue casi como una película de Hollywood. Mientras bajábamos de aquél autobús, tan sólo faltó una voz en off que dijera: "Esta es la historia de chico conoce a chica". Llegaste a mi vida de golpe y porrazo. De igual forma que como te marchaste. Me tambaleaste la vida por completo. Pasó de todo y nada entre nosotros en un corto espacio de tiempo. Dicen que nuestras huellas dactilares no se borran de las vidas que tocamos, y las tuyas quedaron grabadas a fuego dentro de mí.

Aquella tarde, en aquella terraza, el Puente de Triana fue testigo de tu promesa. Yo te creí. O más bien, te quise creer. Pero con el tiempo acabé descubriendo que tus palabras llevaban escondidas demasiadas mentiras y que acabaste convirtiéndote en quien yo hubiera querido que fueras y no en quien eras en realidad. Tan parecida a mí, pero a la vez, tan diferente.

Contigo aprendí que hay heridas que se cierran cuando se abren dos piernas. Aprendí lo que es bañar mi piel en otra. Aprendí a perder la noción del tiempo y el espacio entre unas sábanas. Aprendí a perderme del mundo, como si no existiera. Aprendí que mi lugar favorito no era un lugar. Aprendí que las Navidades podrían ser de nuevo un motivo por el que sonreír. Aprendí a caminar seguro a pesar de moverme sobre una cuerda, bajo un precipicio y sin red. Aprendí a encontrar el paraíso en dos ojos. Aprendí a enamorarme del sonido de una risa. Aprendí que el amanecer era mucho más bonito si estaba acompañado. Aprendí que las casualidades existían.

Pero la nuestra acabó doliendo.

Caí en tus garras. Y lo peor de todo es que lo sabía y no quise escapar. Pero, ¿sabes? La vida tiende a compensar todo y aunque a veces te sueñe, sé que alguien ahí arriba lo hace para recordarme de dónde vengo, para que aprecie dónde estoy y para que no repita mis errores del pasado.

Me alegra. Me alegra haberte vivido. Porque me hiciste vivir algo increíble y porque me enseñaste a valorarme. A quererme. Me hiciste ver lo que no quiero en mi vida. Me hiciste ver que en este mundo no estamos para perder el tiempo y que hay que salir ahí fuera a aprovechar hasta el último segundo. Y no hay mejor lección que nadie te pueda enseñar en la vida que ésa. 

Y me encanta escribir estas últimas líneas y darme cuenta de que hace mucho tiempo que no me llueves. Me encanta volver a decirte 'Gracias', aunque ahora, por otro motivo muy diferente. Me encanta saber que nuestro fin fue un hermoso principio. Me encanta saber que ahora, tan sólo eres eso: Literatura.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Clímax

La chica de la mirada profunda

La última vez